Después de estar tres años sufriendo el acoso de paralelas, perpendiculares y oblicuas. Después de superar, sin ninguna secuela psicológica, los angustiosos borrones de tinta de china por los A3 y después de intentar millones de veces doblar y doblar los planos hasta que los cajetines, ¡por fin! quedaban a la vista, que queréis que os diga, en el fondo, esto molesta un poquillo... Que le vamos a hacer, si no puedes con tu enemigo, únete a él.
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